The Duke of Edinburgh’s Award
El Premio del Duque de Edimburgo es voluntario, no competitivo, divertido y equilibrado, que además requiere de esfuerzo a lo largo del tiempo. Hay tres niveles: bronce, plata y oro. Los alumnos diseñan su propio programa, fijan sus propios objetivos y registran sus progresos, lo que pone de relieve la singularidad del premio al ser independiente y autorregulado.
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Eligen un servicio, una actividad física o de destreza, emprenden un viaje de aventura y, para conseguir un premio de oro, deben participar en un proyecto residencial.
La única persona contra la que compiten es contra sí mismos, desafiando sus propias creencias sobre lo que pueden llegar a conseguir.