Antes de responder a esta pregunta debemos ser conscientes que SÍ, es necesario educar en el uso de redes sociales ya que actualmente prácticamente todos los menores tienen acceso a las nuevas tecnologías y comienzan a crearse perfiles en redes sociales cada vez a edades más tempranas.

 

Los niños de hoy son lo que denominamos ‘nativos digitales’ por lo que es necesario formarlos para que sepan desenvolverse en este ‘mundo virtual’ ya que pueden no ser conscientes que su comportamiento en Internet puede acarrear consecuencias tanto para ellos como para los demás.

 

Los adultos deben de ser los primeros en entender cómo funcionan las redes sociales

 

Las redes sociales no son solo para las nuevas generaciones como creen algunos. Comprender qué son y saber cómo funcionan es el primer paso para saber cómo abordar el tema. Incluso puede ser un momento que compartir con vuestros hijos, ellos también os pueden enseñar muchas cosas. La familia siempre debe de ser un ejemplo de uso responsable de estas herramientas para luego ser capaces de instruir a los niños y adolescentes de manera correcta y positiva.

 

La comunicación

 

Si pensamos que la base de cualquier proceso educativo es la comunicación, en este caso en concreto no lo es menos. La comunicación es un aspecto esencial para educar en el uso de redes sociales. Estos serían algunos de los pasos que podemos seguir:

 

  • Un primer paso es hacerles ver que si quieren tener un perfil en una red social estamos a su disposición para poder guiarlos. Si nuestra postura es de no rotundo, terminarán por crearse un perfil a nuestras espaldas por lo que es más positivo que digan la verdad a que la oculten ya que de esta forma no tendríamos ninguna constancia de sus movimientos en la red. Tienen que entender que nuestra intención no es invadir su espacio e intimidad pero también deben comprender que si les permitimos tener acceso a las redes sociales, este es un acto de confianza y responsabilidad que les otorgamos como padres.

 

  • Es importante que entiendan que no tienen que vivir de cara a la opinión de los demás. La popularidad no se mide en base a la cantidad de ‘likes’ que reciban sus publicaciones. La forma de ser de cada uno y su nivel de autoestima no pueden depender de este tipo de opiniones.

 

  • El tercer paso es explicar los riesgos a los que se pueden enfrentar en redes sociales. En este sentido configurar las opciones de privacidad en un perfil social es de suma importancia y ahí pueden necesitar de vuestra ayuda. Jamás deben aceptar peticiones de amistad de personas desconocidas, no deben dar demasiados datos sobre quienes son, dónde viven o cuál es su rutina diaria. Cualquiera podría llegar a acceder a esa información por lo que compartirla puede resultar peligroso. También deben pensar qué tipo de publicaciones van a compartir. La manera en la que se muestren será como los demás les vean por lo que es importante tener esto en cuenta. Además si salen acompañados por terceras personas en un fotografía, deben pedir permiso antes de publicarla.

 

  • En cuarto lugar deben ser conscientes que todo lo que se publica en Internet puede tener un efecto ‘viral’. Con esto nos referimos a la rapidez con la que una imagen o un comentario puede llegar a trasmitirse en una red social. Muchas veces los más jóvenes pueden no llegar a comprender el alcance y la velocidad con la que un contenido puede llegar a ‘viralizarse’ e incluso llegar al sitio más inesperado en tan solo un instante.

 

Debido a estas razones, informar de los posibles riesgos a los que se pueden enfrentar y también las posibles consecuencias de sus actos es imprescindible.

 

Educación en valores

 

Del mismo modo que les educamos en otras materias, a día de hoy la educación digital debe integrarse en su formación y no debe diferir con respecto a otras reglas de comportamiento. Con esto nos referimos a que en redes sociales deben mantener el mismo respeto y educación que mantendrían en cualquier otro ámbito. Muchas veces creen que pueden esconderse tras el ‘anonimato’ que les brinda el mundo virtual y no es así. Sus actos siempre tienen consecuencias por lo que sus acciones y las decisiones que tomen serán responsabilidad suya. En este sentido, otro aspecto que debemos tener en consideración es el nivel de madurez y las capacidades de cada niño a la hora de permitirles el acceso a redes sociales, juegos online o a cualquier otro tipo de actividad en la red. No olvidéis que su ‘huella digital’ es permanente y puede ser vista y también compartida por cualquiera.

 

Fijar unos límites

 

Como en todo, es necesario establecer unas reglas. Es buena idea crear una especie de horario para el uso de redes sociales y los límites los debéis marcar vosotros como padres. Es importante mantener un equilibrio. Podéis crear espacios libres de tecnología durante la comida, la cena o cualquier otro momento del día que podáis compartir haciendo cosas juntos. Tenéis que hacerles ver que además de las tablets y los smartphones hay cosas que hacer en familia, momentos para hablar y compartir experiencias y que descubran por sí mismos que esto puede llegar a ser más interesente, divertido y enriquecedor que pasar el día conectado a un dispositivo.

 

Con estos sencillos consejos podemos hacer de las redes sociales un medio de comunicación que les permita estar en contacto con sus amigos, les mantenga informados y les entretenga. Estas herramientas tienen un grandísimo potencial siempre y cuando aprendan a utilizarlas correctamente.