Como algunos sabréis, en un futuro próximo existirán profesiones que a día de hoy todavía ni siquiera somos capaces de imaginar. Nuestro empeño por formar a los alumnos en lo que hoy consideramos que será imprescindible para su porvenir profesional es una de nuestras máximas premisas educativas. Por ello, es tan importante facilitarles las herramientas y los conocimientos necesarios para que sepan afrontar estos cambios con determinación, confianza y seguridad.

 

Estamos rodeados de tecnología lo que se ha convertido en algo que afecta a nuestras relaciones humanas y a nuestro comportamiento. Esta revolución tecnológica es la que nos mueve y la que nos anima a que los niños también sean capaces de programar desde edades tempranas. La sociedad está en continuo cambio y nuestros alumnos deben saber hacer frente a esa transformación tecnológica. En este sentido, podríamos decir que la programación se ha convertido en uno de los grandes útiles del presente que lo va a seguir siendo con todavía mas fuerza en el futuro. El desarrollo web, el desarrollo de aplicaciones, videojuegos o la robótica son solo algunos de los ámbitos en los que cada vez hay mayor demanda laboral.

 

Nuestros alumnos han comenzado a desarrollar estas nuevas habilidades mientras aprenden haciendo, trabajando de manera conjunta, intercambiando ideas y de forma colaborativa. Queremos que sean ellos los que lleven la iniciativa del proyecto que están desarrollando, lo que a su vez contribuye a que el profesor pase a convertirse en un guía que les proporciona la suficiente libertad para que sean ellos los que traten de buscar solución a los problemas que se van encontrando por el camino. Esto les enseña a gestionar de forma mucho más real posibles conflictos y errores, al mismo tiempo que afrontan nuevos retos de manera independiente.

 

En BSV hemos apoyado grandes iniciativas y proyectos educativos que se basan en el aprendizaje del lenguaje de la programación en alumnos de distintos niveles académicos. Aquí os mostramos algunos de ellos.

 

First Lego League

 

Este desafío internacional trata de despertar el interés de los jóvenes por la ciencia y la tecnología. Es una de las mayores competiciones de robótica para escolares a nivel mundial en donde tienen que diseñar, construir, testar y programar robots empleando la tecnología conocida como Mindstorms®. First Lego League es una forma de que los alumnos apliquen conceptos de ciencias y matemáticas, desarrollen el pensamiento crítico, trabajen en equipo además de ser un espacio donde mejorar sus habilidades de comunicación y presentación de cara al público pero sobre todo donde disfrutar y compartir conocimientos con el resto de participantes.

 

La Hora del Código

 

Este movimiento global que llega a millones de estudiantes entre ellos a nuestros alumnos, permite que cualquiera organice una llamada Hora del Código gracias a los tutoriales disponibles en más de 30 idiomas que los guían en los distintos ejercicios. Este tipo de iniciativas son muy positivas en el sentido de que los programadores principiantes observan y entienden que todo el mundo puede aprender a programar de manera sencilla y divertida a través de juegos y demás actividades.

 

Micro:bit

 

Hace poco os mostramos el trabajo que realizan nuestros alumnos con el pequeño ordenador programable llamado Micro:bit. Esta herramienta les permite generar código para crear juegos interactivos con los que luego jugar con sus compañeros. Empleando el editor de bloques de JavaScript son capaces de programar sin necesidad de tener experiencia previa en diseño o programación. A su vez esto permite que los alumnos ganen mayor confianza en sí mismos viendo que son capaces de crear código desde cero algo que les motiva y les alienta a seguir aprendiendo e investigando.

 

Raspberry Pi

 

La programación sobre placas base Raspberry Pi también se ha convertido en una de las tecnologías educativas más influyentes por sus aplicaciones ya no solo en áreas relacionadas con la robótica y la computación, sino en aquellas que incorporan una importante componente técnica y científica. Esta tecnología hace posible que por propia experimentación los alumnos puedan aprender y comprender el funcionamiento del hardware y software de ordenadores que permiten dotar de movimiento a pequeños robots. En BSV buscamos la forma de aplicar esta tecnología a situaciones reales cuya utilidad fuera fácil de percibir por los alumnos. Les propusimos que programaran las placas Raspberry Pi para que fueran capaces de funcionar de la misma forma que un Apple TV, replicando la pantalla de una tablet convencional utilizando los sistemas de proyección habituales en las aulas. Que los alumnos puedan comprobar la funcionalidad de eso que han diseñado es muy gratificante ya que sienten que su producto tiene una utilidad práctica tangible lo que les anima a seguir creando y perfeccionando la técnica.

 

Todas estas iniciativas educativas que tienen su base en el mundo de la programación son excelentes herramientas para ayudar a promover el pensamiento computacional y a fomentar distintas habilidades en los estudiantes tales como la resolución de problemas, la lógica y la creatividad. Es un aprendizaje práctico y muy intuitivo que consigue involucrar al alumno desde el primer momento.