Cuando uno es padre, las responsabilidades se multiplican y es momento de barajar opciones y saber cuál debemos elegir entre todas ellas. Si a la toma de decisiones le sumamos el gran cambio que un niño supone en nuestras vidas, como padres podemos sentirnos abrumados y sin capacidad para elegir. Queremos lo mejor para nuestra familia pero, en un mundo globalizado, donde hay tantas y tantas opciones, ¿cuál es la mejor opción para nosotros?

 

Antes de nada, sabemos que responder a esta pregunta no es tarea sencilla. Es importante que tengamos en mente un dato clave; para poder elegir lo que más convenga a nuestro núcleo familiar y por ende a nuestros hijos, quizá lo que sea más adecuado para nosotros, no tenga necesariamente que serlo para otras familias. Para ello un primer paso es entender que no existe únicamente lo excelente y lo mediocre, sino que lo que puede ser algo bueno para nuestra familia simplemente no lo sea para otra y viceversa.

 

En un mundo lleno de posibilidades, debemos tener en consideración las opciones que mejor se adapten a nuestras necesidades, los factores que puedan resultar positivos para nosotros y que por lo tanto beneficien a la familia en su conjunto.

 

Centrándonos en el tema que nos atañe, si sabemos que para nosotros es esencial que nuestro hijo se forme en idiomas, desde un primer momento tenemos claro que en nuestro abanico de opciones, un sistema educativo extranjero ocupa un lugar preferente entre ellas.

 

Aquí os mostramos las características principales que definen el Sistema de Enseñanza Británico:

 

Oferta lingüística del sistema educativo británico

 

Saber cómo formar a un alumno para que sea capaz de desenvolverse en uno o varios idiomas se ha convertido en algo imprescindible actualmente. A día de hoy, prácticamente todos los colegios ofrecen una formación académica que incluye el aprendizaje de al menos un idioma extranjero. En nuestro caso, poder formar a un alumno a una edad temprana en un idioma como el inglés, aprendiéndolo día a día y haciendo que ese nuevo idioma forme parte de su vida desde pequeño, es algo tremendamente valioso para su futuro. El hecho de que adquieran la capacidad de dominar un segundo idioma ya de por sí supone un valor añadido, algo que se verá reflejado en sus posibilidades profesionales tanto si decide quedarse en su país de origen como si prefiere desarrollar su futuro profesional en el extranjero.

 

Tampoco podemos olvidar que a día de hoy, los colegios británicos ya no solo se centran en formar a los alumnos en una única lengua como el inglés, sino que las posibilidades de estudiar otros idiomas se han multiplicado. Esto ha contribuido a que la oferta lingüística haya crecido ofreciendo la posibilidad de cursar estudios de francés, alemán, chino entre otros. Esto responde a la necesidad que existe hoy en día en nuestra sociedad, una necesidad que luego se verá reflejada en el futuro, y que no es otra que cuanto más instruido y preparado esté un alumno, cuantos más idiomas domine, más oportunidades puede llegar a tener en su carrera profesional.

 

Metodología que favorece la autonomía del alumno

 

En los centros británicos se apuesta por la creatividad, la interactividad y como no, la autonomía y el crecimiento personal de cada uno de los alumnos. Desde pequeños comienzan aprendiendo a través de juegos y actividades que se alejan de las clases convencionales a las que estamos acostumbrados. Sus metodologías se alejan de la rigidez de otros sistemas educativos en los que por lo general, el alumno se pasa toda la jornada escolar sentado en un pupitre escuchando las explicaciones del profesor. Por el contrario, en el sistema educativo británico se insiste mucho en motivar al alumno para que sea capaz de razonar los distintos conceptos que se explican en el aula, los aprenda pero que también los sepa aplicar en casos prácticos.

 

Una herramienta muy interesante para llevar esto a cabo y que se emplea con los más pequeños es el trabajo que tiene lugar en el ‘carpet’. Este es un aspecto tremendamente positivo para el desarrollo del alumno ya que favorece el trabajo en grupo y les enseña a trabajar con sus compañeros. Todos los alumnos se encuentran sentados juntos sobre una alfombra participando activamente en aquello que están aprendiendo. Además, no solo los alumnos se encuentran al mismo nivel unos de otros, el profesor también está a la misma altura que todos ellos por lo que comparten ese tiempo de aprendizaje juntos como iguales.

 

Tanto para los estudiantes de edades más avanzadas como para los niños de infantil, es muy favorable el hecho de que se le permita al alumno innovar y experimentar para así conseguir desarrollar su creatividad al máximo, tanto en el aula como fuera de ella. Se fomenta el trabajo en equipo y en pareja con la intención de buscar distintos puntos de vista para así entablar un debate entre los alumnos lo que les da la oportunidad de argumentar sus opiniones y expresar sus ideas comparándolas con las de sus compañeros. El objetivo principal es que el aprendizaje implique directamente a los estudiantes para intentar mantener al alumno interesado involucrándolo en el tema en cuestión.

 

Integración completa del alumno en el idioma, la cultura y las metodologías del sistema británico

 

En el sistema de enseñanza británico existe una integración total del alumno en el idioma y la cultura en la que se va a educar a lo largo de su etapa escolar. Desde edades tempranas lo que se pretende es que el estudiante se sumerja completamente en un idioma que no es el suyo, que aprenda a escuchar y a seguir las explicaciones marcadas por el profesor con el inglés como lengua vehicular. A estas edades, los niños tienen una retentiva y una capacidad de aprendizaje sorprendente, por lo que si comienzan a desarrollar sus aptitudes a través de juegos, canciones y demás actividades sensoriales, su implicación es siempre mayor lo que repercute positivamente en su formación. Esta metodología es muy eficaz, ya que para ellos las distintas tareas que realizan resultan divertidas y dinámicas sin ser conscientes de que en realidad, a cada paso que dan, van aprendiendo vocabulario, a desenvolverse cada vez con menos ayuda, comienzan a estimular su creatividad, su desarrollo personal, social y emocional y poco a poco van aprendiendo nuevas habilidades y conocimientos.

 

Además existen refuerzos positivos a modo de premios o reconocimientos como por ejemplo el uso de ‘stickers’ que sirven para premiar un trabajo bien hecho o el buen comportamiento del alumno. Estas pegatinas con dibujos y frases motivadores suelen gustar mucho a los niños y funcionan como reforzadores positivos para alentar a los alumnos que realizan correctamente sus tareas.

 

Otra característica tradicional de las escuelas británicas tiene que ver con las ‘Houses’ o sistema de casas que normalmente se suele emplear en este sistema educativo británico. Cada alumno pertenece a uno de estos grupos, cuya función principal es promover el sentido de pertenencia, fomentar el compañerismo y también una competición sana entre las distintas casas. Cuando uno de los miembros realiza adecuadamente una determinada actividad, ya sea por logros académicos o buena conducta, se asigna un número de puntos para su equipo. De esta forma a final de curso se contabilizan los puntos de las distintas casas y se premia a la que tenga mayor puntuación.

 

De la teoría a la práctica

 

Uno de los factores más importantes en el sistema educativo británico es que el alumno aprenda a poner en práctica toda la teoría aprendida en clase con el profesor. Este tipo de enseñanza hace que los alumnos piensen por sí mismos, busquen soluciones y sepan cómo reaccionar en distintas situaciones. Se fomenta su aprendizaje personal desde un punto de vista práctico para que el alumno entienda plenamente la teoría aprendida en clase y sepa cómo trasladarla a la práctica. Debido a ello, es habitual que el profesor pida al alumno que realice trabajos que requieran de investigación previa, ya sean individuales o colectivos, lo que les enseñará a trabajar mejor en equipo, a comunicarse entre ellos y a saber cómo actuar ante una determinada situación.

 

Un ejemplo de los trabajos prácticos que se pueden llevar a cabo en clase se ve plasmado en los distintos ‘displays’ que elaboran los alumnos en el colegio. Con la ayuda del profesor, los alumnos decoran el aula y demás espacios del centro escolar con los trabajos que han ido realizando. Se suele ir variando conforme los alumnos van finalizando las distintas unidades didácticas o los temarios de alguna de las asignaturas que cursan.

 

La importancia de las clases de refuerzo en la enseñanza británica

 

Al igual que es esencial que el alumno se forme día a día en las distintas materias curriculares también es muy importante percatarse de cuando un estudiante precisa de más ayuda en una asignatura. La figura de los ‘Teacher Assistants’ y de los ‘Support Teachers’ está muy presente en los centros de educación británica ya que su labor es muy significativa; ayudar al tutor en el trabajo diario con los alumnos.

 

El hecho de disponer de un profesor de apoyo que pueda ayudar a un alumno cuando sea necesario es un punto a favor de este sistema educativo británico. Si un alumno precisa de una ayuda extra en una determinada asignatura, se facilita su aprendizaje a través de clases y actividades de apoyo, gracias a una enseñanza individualizada que depende de las necesidades particulares de cada estudiante. De esta manera se contribuye a que el alumno pueda suplir esas carencias en lugar de que estas vayan a más y repercutan en su futura formación.

 

En definitiva, tal y como hemos mencionando a lo largo de este artículo, las principales características del sistema de enseñanza británico, además del aprendizaje de idiomas a edades tempranas, es que se basa en ofrecer a cada alumno las herramientas necesarias que le permitan adquirir una autonomía y una confianza en sí mismo, para así desarrollar sus habilidades al máximo. Un tipo de aprendizaje que les brinda la oportunidad de convertirse en unos estudiantes con un potencial mucho más creativo, ya que apuesta por su crecimiento tanto académico como personal desde el minuto cero, otorgándoles los recursos para que sean ellos mismos los que lo lleven a cabo. De esta manera, serán capaces de dar lo mejor de sí mismos en todas las facetas de su vida.