¿Cómo se pueden sacar unos buenos resultados en exámenes? Aunque en ocasiones pueda parecer imposible, obtener unos buenos resultados depende de vosotros y del camino que elijáis a la hora de poneros a estudiar.

 

Aquí os mostramos algunas técnicas de estudio que os pueden resultar muy útiles para convertiros en alumnos estrella y superar con nota los exámenes de IGCSE y los AS/A Level.

 

1. La práctica es la clave

 

Conseguir past papers (exámenes de convocatorias pasadas) y las respuestas de esos past papers para luego poder compararlas con las vuestras puede resultar tremendamente útil ya que os permite hacer conexiones entre diferentes áreas del plan de estudios de cada una de las asignaturas de las que os tengáis que examinar. También sirve como práctica y os da la oportunidad de ver y entender cómo es un examen oficial al mismo tiempo que os sirve de revisión y refuerzo de los conceptos que habéis estudiado hasta el momento y hace que os percatéis de esos que os faltan por estudiar.

 

No tiene sentido repasar todo si luego no aplicáis esos conocimientos que habéis adquirido y para ello los past papers son vuestro mayor aliado. Al menos empezad dos semanas antes de los exámenes con la realización de past papers, fijaos bien en las preguntas y pensad bien las respuestas e incluso si fuera posible sería conveniente que hicierais cada examen mínimo un par de veces fijándoos en los errores que cometisteis en un principio y la manera en la que los subsanasteis después.

 

A través de la práctica podéis alcanzar la perfección. Si tenéis en cuenta que muchas veces las preguntas pueden llegar a ser muy similares con respecto a convocatorias pasadas, es mejor que vayáis preparados en este aspecto antes de intentar memorizarlo todo sin acabar de comprender los conceptos.

 

2. Hazte con el informe de los examinadores

 

Una herramienta muy útil y que de verdad puede marcar vuestro ritmo de estudio tiene que ver con lo que en inglés se conoce como examiners’ report. Esto viene a ser un informe que elaboran los examinadores que son los encargados de corregir los exámenes. Por ello, la posibilidad de tener acceso a este tipo de documentos puede resultar fundamental a la hora de ponerse a repasar para un examen ya que os permite saber qué información buscan los examinadores en vuestras respuestas. Además también suelen recalcar eso que no les interesa tanto ver. Una estrategia que os podría servir sería familiarizarse con el sistema de corrección que emplean los examinadores a la hora de corregir los exámenes. Esto os facilitará mucho la tarea a la hora de estudiar. Si sabéis lo que quieren ver podéis pasar a ‘memorizar’ términos clave y extrapolar esa información para contestar preguntas similares que habéis estudiado gracias a los past papers y a los informes de los examinadores.

 

3. Emplea recursos mnemotécnicos

 

Relacionar conceptos es un recurso muy práctico y para ello podéis emplear el denominado método de loci también conocido como el palacio de la memoria. Esta técnica mnemotécnica permite que tengáis una buena capacidad de memorización. Se trata de crear una especie de itinerario imaginario formado por distintos lugares y objetos que sean bien conocidos por vosotros. Este método pretende asociar cada paso de este itinerario mental con aquello que queráis recordar. Por otro lado, el empleo de recursos mnemotécnicos puede resultar muy práctico a la hora de memorizar determinados conceptos. Un buen ejemplo de ello sería para aprender citas de libros para lo cual se podría crear una canción que os ayude a recordar todo más fácilmente lo que a su vez hace más divertido el estudio.

 

4. Comienza a estudiar con tiempo

 

Si empezáis a estudiar con antelación en lugar de dejarlo todo para el último momento, vuestro ritmo de estudio se verá incrementado. No hay nada peor que empezar a sentir pánico y estrés por comenzar tarde con el repaso. Si vais relajados y con tiempo y además disponéis de la ayuda de los profesores por algo que no acabáis de entender por completo o si precisáis de refuerzo en una materia determinada, es siempre un punto a favor. Esto os da la oportunidad de repasar poco a poco y día a día sin necesidad de memorizar todo por completo, más bien entendiendo los conceptos y sabiendo aplicarlos en casos prácticos.

 

5. Elabora tu propio horario de estudio

 

Tómate tu tiempo. No vayas con prisas. Es importante tener una idea de cómo van a transcurrir las semanas de estudio en base a los exámenes que tengáis. Si eres de los que le gusta tenerlo todo organizado por días para saber en qué centrarse, lo mejor es que elabores un horario para no perder el tiempo y saber qué parte del temario tienes que repasar cada día y cuánto tiempo tienes que dedicar a cada asignatura. Algunas asignaturas os tomarán más tiempo que otras y de esta forma podréis tener una idea clara de los avances que hacéis diariamente.

 

6. Dormir bien es muy importante

 

Es necesario dormir y descansar bien para afrontar los exámenes puesto que un buen descanso ayuda a asimilar mejor la información. Si os encontráis fatigados no dispondréis de la suficiente energía para hacer frente a una jornada de estudio y eso afectará a vuestro ritmo disminuyendo vuestra atención y contribuyendo a que vuestro carácter sea mucho más irascible.

 

7. Motívate a ti mismo

 

Si quieres puedes y eso es un hecho. Esto no quiere decir que no tengáis que trabajar para conseguirlo. Lo que no debéis hacer es dejaros llevar por pensamientos derrotistas nada más empezar ya que salir de ahí será muy complicado. Es necesario que creáis en vosotros mismos y en vuestras capacidades y os motivéis día a día para hacer frente al estudio.

 

8. Mantén la concentración

 

Si lleváis muchas horas estudiando una determinada asignatura y sentís que ya no podéis más, lo mejor es que continuéis estudiando otra cosa y ya retomaréis lo otro más adelante. Esto siempre es mejor que dejarlo todo y no hacer nada.

 

9. Toma descansos

 

Pasar el día entero estudiando sin parar ni un minuto es contraproducente. Tomar pequeños descansos de 10-15 minutos ayuda a mantener el interés en eso que estás haciendo y vuestro rendimiento mejorará. Intentar despejar la mente durante los descansos os permitirá poner en orden todo lo que habéis estado estudiando hasta el momento.

 

10. Conoce bien el temario

 

Si tenéis pleno control del temario vuestras probabilidades de sacar una buena nota aumentarán considerablemente. En este aspecto, sería muy positivo que os hagáis con una copia del llamado syllabus (plan de estudios) el cual podréis encontrar fácilmente en Internet o directamente os lo puede facilitar el profesor.

 

11. Las fichas te pueden ser de mucha ayuda

 

¿Quieres comprobar cómo llevas uno de los temas que ya has estudiado? Puedes preparar tus propias fichas de repaso que te ayudarán a saber qué llevas bien y qué es lo que necesitas volver a repasar. ¿Has decidido poner a prueba tus conocimientos y te has equivocado en algo? No te preocupes, siempre puedes volver a las fichas y ver cuál es la respuesta correcta. Las fichas resultan muy útiles para recordar alguna definición, algún concepto muy específico o alguna cita. Emplead colores, haced unas fichas llamativas y dad vida a vuestros apuntes. Intentad divertiros estudiando, lo hace todo mucho más interesante.

 

12. Estudia de manera inteligente

 

No tiene ningún sentido pasarse el día leyendo y releyendo un libro de texto si luego no hacéis nada para entender lo que explica. Cerrad el libro e intentad rememorar lo que habéis leído, interiorizadlo, tomad notas pero sobre todo tened una visión general de lo que ahí se explica. Y como bien hemos dicho, practicad haciendo todos los past papers que podáis, es lo más parecido que tenéis al examen oficial por lo que utilizad ese recurso que tenéis a vuestro alcance.

 

13. Estudia a la hora del día que mejor se adapte a ti

 

Algunos estudiantes prefieren madrugar y estudiar por la mañana, en cambio hay otros que prefieren hacerlo por la noche. Ambas opciones son completamente válidas y dependen del gusto personal de cada uno. Eso sí, tampoco es recomendable pasar todo el día estudiando ya que seréis incapaces de mantener el mismo nivel de concentración y vuestro rendimiento se verá afectado.

 

14. Encuentra un sitio tranquilo donde estudiar

Disponer de un espacio donde os encontréis a gusto y sin distracciones sería perfecto. Ya sea en casa o en la biblioteca, tener silencio para poder concentraros mejor es esencial.

 

15. Visualiza la meta

 

Visualizar la meta puede ser de mucha ayuda. Tenéis que pensar de manera positiva y tener en mente que los exámenes pronto terminarán. Pensad además en la satisfacción de saber que habéis trabajado duro y que todo ese esfuerzo se verá reflejado en vuestros resultados y permitirá que entréis en la universidad que elijáis.

 

16. Utiliza tus apuntes

 

Los libros de texto son importantes pero si habéis trabajado en clase, escuchado las explicaciones del profesor y habéis tomado vuestros propios apuntes, tendréis una visión mucho más amplia y clara de todo lo que vais a tener que estudiar después. Tomar notas ayuda a interiorizar puntos clave y sobre todo ayuda a entender en profundidad todo aquello que tengáis que estudiar.

 

17. Elige con criterio

 

Si escogéis con criterio y sentido común las asignaturas que vais a cursar es muy probable que todo os resulte más sencillo. Cuando uno hace lo que le gusta, estudiar no os parecerá un deber ya que conseguirá mantener vuestro interés y muy posiblemente acabe marcando vuestro futuro itinerario universitario y posteriormente laboral.

 

18. Averigua qué es lo mejor para ti

 

Debéis tener claro que lo que le puede funcionar a unos para otros resulte no ser lo más adecuado. Quizá eres de los que prefiere pasar los apuntes a ordenador en lugar de estudiar con notas tomadas a mano o te gusta estudiar en voz alta. Todo es válido, simplemente debéis averiguar qué es lo que mejor os funciona, comenzar con suficiente tiempo y sobre todo tenéis que aprender a relajaros y a no entrar en pánico. Seguro que al final todo va bien.